miércoles, 11 de marzo de 2009

Nuevas estrategias para la fase depresiva del trastorno bipolar

En los últimos 20 años, los ensayos clínicos en trastorno bipolar han posibilitado contar con nuevas terapias farmacológicas para controlar los síntomas relacionados con los episodios de manía, pero muy pocas para su fase depresiva. Expertos reunidos recientemente en Madrid en el simposio internacional Avances en Psiquiatría llegaron a la conclusión de que algunos tratamientos para la esclerosis y antipsicóticos son eficaces en el abordaje de la depresión en el trastorno bipolar.

El trastorno bipolar, que aparece en gente joven y tiene un curso caracterizado por las recaídas, cuenta con tratamientos cuya función es controlar los síntomas activos de los episodios agudos, ya sea de depresión o de manía, y la función de prevenir las recaídas. Sin embargo, Jerónimo Saiz, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Henares y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, explicó que muchos fármacos que se han venido utilizando durante años no han tenido tras de sí estudios con un seguimiento largo de los pacientes y con muestras amplias, salvo las sales de litio, que han probado su eficacia en el mantenimiento de paciente y en la fases maniacas.

José Luis Ayuso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, explicó que los últimos estudios publicados han aportado nuevas estrategias para el abordaje de la depresión. Destacan especialmente la lamotrigina, un fármaco para la epilepsia, pero que su desarrollo en el trastorno bipolar ha probado su eficacia en las fases depresivas, y la quetiapina, antipsicótico que ha dado buenos resultados. Otros fármacos que se están estudiando son la olanzapina o el valproato.

Y es que hasta ahora los antidepresivos tradicionales nunca han demostrado que estabilicen el humor (nunca deben utilizarse en monoterapia) y frecuentemente desestabilizan el curso de la enfermedad causando la inducción de episodios, según explicó Joseph Calabrese, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Cleveland (Estados Unidos), uno de los ponentes del simposio.

Futuros fármacos

"La psiquiatría está muy necesitada de novedades farmacéuticas, ya desde hace bastantes años no tenemos un recurso realmente nuevo; hemos tenido avances sobre todo en la tolerancia de los medicamentos, pero no tanto en la eficacia", añadió Saiz. Sin embargo, explicó que hay un antidepresivo que está pronto a salir, la agomelatina, que actúa sobre la melatonina y que puede ser muy prometedor.

En cuanto a los antipsicóticos, Saiz señaló que se están desarrollando fármacos, algunos en fases avanzadas, que actúan sobre los receptores de glutamato, una vía nueva. Sin embargo, reconoció que "la gran esperanza en psiquiatría es la farmacogenómica" que "quizás no está tan lejos; ya existen kits para diagnóstico que nos permiten estudiar el perfil de metabolización de los fármacos, y en pocos años pueden llegar avances farmacológicos".

Además, Saiz destacó como novedad a tener en cuenta, pese a la controversia levantada, el metanálisis publicado por The Lancet que destaca a sertralina y escitalopram, ambos inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), como los antidepresivos más eficaces y mejor tolerados. Y explicó que en España el uso de los ISRS está muy extendido, sobre todo en adultos, en contraposición de lo que se ha denunciado que ocurre en Estados Unidos en un reciente estudio, que señala que se está infrautilizando debido a las advertencias en menores.

Nuevo marcador

El primer marcador biológico de la depresión está a punto de llegar, según afirmó Julieta Montejo, profesora visitante de Psiquiatría de la Universidad de California (Estados Unidos), que está realizando esta investigación en España. En la actualidad trabaja junto a la empresa Vivia Biotech en la definición de este marcador, que ya fue descubierto en pruebas realizadas en células vivas donadas por pacientes y que está pendiente de confirmación en un estudio realizado con una muestra mayor que se está llevando a cabo y cuyos resultados verán la luz "muy pronto". "Conseguiremos medicalizar mejor la depresión y ayudará a diagnosticar, tratar, realizar un seguimiento más efectivo y mejorar el pronóstico de los pacientes al ser más certeros", según la especialista española.



Fuente: www.correofarmaceutico.com

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