jueves, 11 de octubre de 2007

Infecciones vaginales

Casi todas las mujeres padecen alguna vez una infección vaginal y deben ser atendidas adecuadamente para evitar complicaciones

Algunas vez en la vida a todas las mujeres se les presenta alguna molestia en la vagina y también con mucha frecuencia, por pena o temor no acuden al doctor para ser revisadas y diagnosticadas adecuadamente.
La vaginitis es la inflamación de la vagina y en muchos casos también de la vulva.

Los síntomas comunes son comezón intensa y flujo vaginal que varía de color, consistencia y olor según sea su origen. En algunos casos suele haber dolor y ardor al orinar y durante el coito.

Las infecciones vaginales o vaginitis se pueden ocasionar principalmente por hongos, virus, bacterias, o tricomonas o por enfermedades de transmisión sexual.

También por: tampones dejados ccidentalmente, problemas congénitos de la vagina o el útero, lo que es muy rato, alergia o irritación por el uso de espermicidas, productos de higiene vaginal o sensibilidad a ciertos jabonoes, desodorantes, detergentes o suavizantes de prendas íntimas, uso de sanitarios sucios o ropa interior de otra persona o falta de higiene.

Las infecciones vaginales, por muy benignas que sean deben ser atendidas adecuadamente ya que si bien, la mayoría no son graves y con fármacos tomados o locales como las pomadas pueden disminuir las molestias, si no se ataca el problema que las origina, pueden llegar a ser muy graves, recurrentes y pueden llegar a afectar en momentos tan importantes como el embarazo.

Algunas de ellas se pueden extender más allá de la vagina y afectar órganos tan importantes como el corazón o los riñones.

Entre las infecciones más frecuentes están:
- Las vulvovaginitis como la candidiasis, la gardenella y la tricomoniasis.
- Las ocasionadas por virus, como el papiloma humano y el herpes genital.
- Las bacterianas, como la clamidiais, la gonorrea y la micoplasmosis.

También ocurren cuando los organismos que normalmente viven en la vagina o el tracto intestinal se reproducen de manera excesiva, como la bacteria Gardenia vaginalis o el Candida albicans, un hongo del tipo de las levaduras.

Los cambios hormonales durante la pubertad, en la adolescencia, el embarazo y la menopausia, a veces predisponen a la mujer a contraer vaginitis, al igual que al tener coitos sexuales sin la lubricación vaginal adecuada.

La diabetes puede aumentar la vulnerabilidad a la vaginitis o la candidiasis al igual que el padece alguna enfermedad que ocasione una inmunidad deficiente, también el uso de antibióticos o medicamentos esteroides, favorecen su desarrollo.

El diagnóstico adecuado se realiza con la revisión médica ginecológica, análisis de la muestra de la secreción vaginal y algunas se corroboran con otro tipo de exámenes como los de sangre.

IMPORTANTE:El contenido de esta nota es informativo y no sustituye al diagnóstico médico, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso.

No hay comentarios:

Entradas populares